Duendes.
Los follets cuya denominación varía según la geogafia, espíritu, fuego fatuo, viento, enano, gnomo, muestran, sin embargo, rasgos similares. Ligados tradicionalmente a la seta matamoscas, algunos antropólogos los asocian a los síntomas alucinógenos generados por la ingesta del hongo. Los duendes trabajan si se les sabe llevar. Si no, se desatan y cometen todo tipo de travesuras. En las bodegas de las masías del Montseny, por ejemplo, abrían las botas y acababan con las reservas de vino.
El duende, pierna coja, gatita negra, mano peluda, ... y muchos otros nombres que recibe según la región, es un personaje muy extendido en nuestra mitología y, con cualquiera de estos nombres, puede encontrarse en casi toda la geografía catalana. Tienen la pinta de un hombrecillo, como de frailecillo barbudo, con una barretina (Gorro) roja y una mueca en la cara entre pícara, desagradable y juguetona. Eran estimados por la buena gente, por los niños, se les dejaba un jarrito de miel, una cesta con frutas, una bandejita con pasteles caseros. Los duendes daban grano a los animales, barrían, hacían las camas, pero a cambio se dedicaban a molestar a aquella persona que lo tenía que haber echo. No se sabía cómo ganarlos ni como perderlos: a veces si todo lo encontraban bien, lo cambian todo. A veces, para echarlos, se esparcían por los pasillos de la casa granos de mijo, o escayola, para que, preocupados por ordenarlos, se cansaran y marchasen.
Follets de campanari (Duendes de campanario):
Dado que el toque de campanas ahuyentaba los seres silvestres, el duende de campanario intentaba impedir que el campanero hiciera su tarea enroscnado y haciendo nudos en las cuerdas.
Follet familiar o Patufet: Es el espíritu benévolo y protector del hogar que cuida los intereses de la familia. Va de noche a las casas y controla que todo esté en orden, cuida el ganado y vapulea las amas de casa que no han dejado el hogar como es debido.
ESTA INFORMACIÓN; La he sacado de MICAT (Pagina de Mitología Catalana)
